La dificultad de caminar puede recaer en diferentes factores, puede ser el empedrado, la inclinación del camino e incluso los pies o las piernas, una que otra piedra en el zapato o alguna papa en el calcetín...
En mi caso el sentido de la cojera puede provenir desde cualquiera de estas directrices...
1. El camino me esta llevando a un lugar que no hace feliz...
2. Al contrario de lo que cualquiera podría pensar, no está en subida sino en una horrible caída sin fondo...
3. Los pies parecen no querer llevarme a ese lugar...
4. La piedra en el zapato es ella... que ahora viene y me dice que la posibilidad de cambiar de camino existe, conociendo que no cambiaré de camino a estas alturas...
5. La papa en el calcetín es el día a día desmotivado...
Entonces... cómo no entiendes que cuando le dices a mi Abuelo, quien soñó toda la vida que alguna de sus nueve hijas o incluso el mismo, fuera docente... que no se hiciera ilusiones de verme como profesora porque yo no haría clases porque no me gusta... cómo no llorar despues de escuchar aquel comentario, que por lo demás no tenía nada que ver con la situación. ¿para qué?
Cansada del doble discurso... de la presión... de la disminución de mis sentimientos, de mis problemas.. de todo esto que se viene encima ahora que todo esta por terminar, comienza nuevamente... idiota sentir que nada ha cambiado a pesar de que han pasado 5 años... y que salir del la universidad se parece demaciado a salir del colegio... entonces... ¿de qué me habla este sentimiento?... creo, aunque sonará más que patético... que no he logrado nada más que aprender unas cuantas cosas... pero en mi relación con ella, no he hecho nada... no he avanzado nada... porque al no tenerlo a él a su lado se ha encargado de manipularme al punto de tenerme en este estado límbico.
Veo las cosas de mi pieza infantil... ha cambiado... no hay peluches, hay libros... las manos de colores siguen en el techo... quedan algunos recuerdos visibles... la mayoría estan ocultos... pero esta la misma sensación de impertencia de antes... ahora pesa mucho más... esta ya no es mi casa... nunca lo fue, eso lo recalcaron... ahora... sin razón para seguir adelante más que alguna idea volatíl, en la misma senda cual caballo de carrera... sin ver ninguna meta en el horizonte... esperando, esperando... el momento para detenerme a pastar.
En mi caso el sentido de la cojera puede provenir desde cualquiera de estas directrices...
1. El camino me esta llevando a un lugar que no hace feliz...
2. Al contrario de lo que cualquiera podría pensar, no está en subida sino en una horrible caída sin fondo...
3. Los pies parecen no querer llevarme a ese lugar...
4. La piedra en el zapato es ella... que ahora viene y me dice que la posibilidad de cambiar de camino existe, conociendo que no cambiaré de camino a estas alturas...
5. La papa en el calcetín es el día a día desmotivado...
Entonces... cómo no entiendes que cuando le dices a mi Abuelo, quien soñó toda la vida que alguna de sus nueve hijas o incluso el mismo, fuera docente... que no se hiciera ilusiones de verme como profesora porque yo no haría clases porque no me gusta... cómo no llorar despues de escuchar aquel comentario, que por lo demás no tenía nada que ver con la situación. ¿para qué?
Cansada del doble discurso... de la presión... de la disminución de mis sentimientos, de mis problemas.. de todo esto que se viene encima ahora que todo esta por terminar, comienza nuevamente... idiota sentir que nada ha cambiado a pesar de que han pasado 5 años... y que salir del la universidad se parece demaciado a salir del colegio... entonces... ¿de qué me habla este sentimiento?... creo, aunque sonará más que patético... que no he logrado nada más que aprender unas cuantas cosas... pero en mi relación con ella, no he hecho nada... no he avanzado nada... porque al no tenerlo a él a su lado se ha encargado de manipularme al punto de tenerme en este estado límbico.
Veo las cosas de mi pieza infantil... ha cambiado... no hay peluches, hay libros... las manos de colores siguen en el techo... quedan algunos recuerdos visibles... la mayoría estan ocultos... pero esta la misma sensación de impertencia de antes... ahora pesa mucho más... esta ya no es mi casa... nunca lo fue, eso lo recalcaron... ahora... sin razón para seguir adelante más que alguna idea volatíl, en la misma senda cual caballo de carrera... sin ver ninguna meta en el horizonte... esperando, esperando... el momento para detenerme a pastar.
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